
El proxeneta se convierte así en un empresario más, expuesto a ser sancionado si sus trabajadores demuestran estar de una forma u otra esclavizados, pero puede regentar su burdel delante de la pasma como quien regenta una mercería si cumple ciertas normas. Como la de no dejar marcas en el rostro cuando pega a sus chicas o la de tener una pequeña red de sicarios que, en caso de denuncia, dé su merecido a la denunciante o a la familia de la denunciante, que habrá sido previamente vigilada. Es muy fácil conseguir la omertà del puto y de la puta, que no se chivará de su secuestro ni al juez ni a la pasma ni menos a un inspector de lo laboral. Así ha funcionado toda la vida la mafia de la prostitución, a la que ahora Gallardón otorga galones de legalidad y hasta honorabilidad.


Además, como Victor Hugo, creo que la prostitución es una forma de esclavitud. Nadie quiere ser puto o puta. Ninguna niña, cuando se le pregunta qué quiere ser de mayor, te contesta que puta. Ningún padre o madre anhela que su hijo o hija opten por la húmeda licenciatura.
Lo de ser puta tiene una connotación mala por lo general, quiero decir, así que pienso que esta ley es un paso atrás para la dignidad y la libertad del hombre y de la mujer, un golpe bajo a la moral de los que la redactan y a mi ética, una invitación a los mercaderes a que vuelvan a adueñarse de los templos. Los mercaderes de la carne, en este caso. Los designios de los presidentes y ministros católicos son clamorosamente inescrutables.
¡Mira que mandarnos a los fieles a ir de putas!...
Lo de ser puta tiene una connotación mala por lo general, quiero decir, así que pienso que esta ley es un paso atrás para la dignidad y la libertad del hombre y de la mujer, un golpe bajo a la moral de los que la redactan y a mi ética, una invitación a los mercaderes a que vuelvan a adueñarse de los templos. Los mercaderes de la carne, en este caso. Los designios de los presidentes y ministros católicos son clamorosamente inescrutables.
¡Mira que mandarnos a los fieles a ir de putas!...
ANIBAL MALBAR
Publicado en "Público" - 11/12/2013
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