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>UN BLOG CON TUS ARTÍCULOS DE OPINIÓN, O LOS RECOPILADOS DE LA PRENSA NACIONAL, QUE NOS APORTAN SU GRANITO DE ARENA

martes, 30 de julio de 2013

Vergüenza y Tragedia

El pasado lunes 22 de julio Mariano Rajoy por fin dio su brazo a torcer y anunció que comparecería en el Parlamento para dar las correspondientes explicaciones sobre la presunta corrupción en el Partido Popular, cuyo nudo gordiano es Luis Bárcenas. “Creo que este es el momento adecuado para que yo explique la situación y aclarar las dudas de los ciudadanos”, dijo el presidente, con la mirada perdida y sin demostrar convicción alguna.
 
Lo de dar explicaciones en el Parlamento se le antoja a este gallardo personaje una excentricidad. En estos tiempos turbulentos, en los que todo hijo de vecino echa pestes de la clase política, lo mejor es confiar en los pactos secretos que llevan semanas, por no decir meses, cociéndose. Y olvidarse de espectáculos gratuitos de cara a la galería, porque estos últimos los carga el diablo y los tontos los disparan sin saber a dónde apuntan. A fin de cuentas, en el Parlamento no están los representantes del pueblo, sino aquellos que los jefes de los partidos designan con su dedo. Y así visto, nadie debería sentirse ofendido si el presidente pasa de largo.
 
Pese a todo, Mariano ha tenido que bajar de la montaña y prometer que dará su versión sobre las acusaciones que se han vertido durante semanas contra la cúpula de su partido e, incluso, contra su propia persona. Pero no lo ha hecho por exigencias domésticas, sino porque el escándalo había alcanzando velocidad de crucero más allá de nuestras fronteras. Es decir, quienes sostienen nuestra deuda estaban alarmados al ver cómo la marca España se cubría de roña. Y cómo el presidente se negaba en redondo a pasarle el plumero.
Eso sí, Mariano comparecerá pero ganando el tiempo que necesitan los estrategas del partido para preparar una oportuna puesta en escena con la que dejar el 'caso Bárcenas' en segundo plano y poner en valor la consigna de que  “España va mejor”, por obra y gracia de la Encuesta de Población Activa y otros datos económicos positivos que auguran, según ellos, el fin de la recesión.

Ha sido en mitad de este lío de imposturas y apaños cuando el tren Alvia 01455 descarrilaba fatalmente en la curva de A Grandeira, a escasos kilómetros de la ciudad de Santiago de Compostela. Y en un abrir y cerrar de ojos, por obra y gracia de los mass media, los habitantes de una pequeña aldea gallega se convertían en héroes. Y por extensión, todos los españoles. El país entero, en boca de los cronistas, se mostraba unido en la tragedia. Atrás quedaban por unos días, o al menos eso se ha pretendido, la crispación generalizada y el desprecio creciente hacia la clase política. El luto ponía punto y final a un curso político de espanto, al que sólo le resta la pantomima del uno de agosto, en la que a buen seguro Mariano demostrará seguir instalado en la creencia de que el pan todo lo cura. Y nos dará gato por liebre; es decir, brotes verdes a cambio de decencia.
 
En cuanto al ciudadano común, le invito a que haga una reflexión a cuenta de esta terrible tragedia. Si bien es cierto que la solidaridad de los lugareños de Angrois evidencia una empatía de la que carece la España política, no deberíamos lanzar las campanas al vuelo. Que la gente auxilie a sus semejantes es lo normal, lo que cabe esperar de cualquier sociedad sana o, en su defecto, de toda persona bien nacida. De hecho, esa empatía debería servir no sólo para ayudar a las víctimas de un accidente ferroviario, sino para hacer frente a todo tipo de problemas colectivos. Por ejemplo, para impedir que la clase dirigente haga de España su cortijo y que millones de personas se conviertan en víctimas de un modelo político inviable que descarriló hace ya tiempo. A fin de cuentas, las sociedades que sólo se mueven o conmueven a golpe de catástrofe, terminan siendo adictas a la tragedia.
 
JAVIER BENEGAS  - Periodista
Publicado en "Vox Populi" - 29/7/13

domingo, 21 de julio de 2013

¿Se lo Comerá con Patatas?

En el escándalo Luis Bárcenas parece que la verdad importa poco, ya que algunos prefieren creer al delincuente por intereses meramente partidistas o por antipatía personal. No parece que les importe que un hombre gris y oscuro consiguiera amansar una inmensa fortuna como gerente del PP sin que sea capaz de explicar su origen. Lo que realmente les interesa es dar carta de naturaleza a las mentiras, porque la verdad no les conviene como noticia. No es un buen titular.
El presidente del Gobierno ha asegurado que todo es mentira, pero la izquierda prefiere seguir la máxima de Hearst e ignorar la verdad. Rajoy ha tenido una trayectoria intachable a lo largo de su vida. Tras superar la difícil oposición de registrador de la propiedad, una de las más difíciles, y siendo el más joven que lo lograba, asumió enseguida responsabilidades políticas movido por el concepto de servicio público que vivió en casa de sus padres. Es una persona austera, como pueden confirmar todos los que le conocen, y que ha mostrado un gran rigor en todos los cargos que ha ocupado. No importa, porque algunos prefieren creer a un delincuente encarcelado antes que a un presidente del Gobierno que ha tenido una trayectoria intachable a lo largo de su vida. Es algo que no sucede en otras democracias.
 
La mejor demostración de que Rajoy nunca ha aceptado el chantaje de un gerente desleal es que éste está en la cárcel. Es cierto que confió en Bárcenas porque no había el más mínimo indicio de que hubiera amasado esa inmensa fortuna. Se han dicho muchos despropósitos por aquellos que no quieren que su relato pierda consistencia. Ni tenía poder político ni se paseaba por los ministerios. Era el gerente que dirigía el área administrativa del PP. Cuando concluyó esta etapa, fue nombrado tesorero porque una vez más ningún signo externo hacía suponer que tenía casi 50 millones en el extranjero. No se sabía que contara con varias residencias, porque a nadie explicaba esa inconfesable riqueza que produce indignación a todo el mundo.
 
Ahora estamos asistiendo a una causa general en la que se quiere destruir la honorabilidad de los dirigentes del PP y cuestionar a un partido a partir de la estrategia de un delincuente. El goteo de filtraciones responde a esos oscuros intereses donde Bárcenas sigue sin explicar su fortuna y sólo busca destruir a Rajoy y a Cospedal porque no quisieron ayudarle. Nadie conoció realmente a Bárcenas, algo que no tiene que sorprendernos porque hay delincuentes que son inteligentes y hábiles manipuladores. Hay y ha habido muchos Bárcenas que engañan a amigos y familiares para conseguir un enriquecimiento ilícito. Todos conocemos o hemos sufrido casos similares en los que alguien ha traicionado nuestra confianza. Es cierto que frívolamente se podrá criticar a Rajoy por no haber sido tan listo como los que le atacan y tendría que haber sometido a Bárcenas a la «máquina de la verdad» aunque no hubiera nada que indicara que le estaba engañando. He de reconocer que confío antes en un presidente del Gobierno honrado y honorable que en un sujeto de la catadura moral de Bárcenas.
Las mentiras del ex tesorero no deberían marcar ni la agenda de los medios de comunicación serios ni la política española. Rubalcaba se ha instalado en una inquietante huida hacia adelante para esconder la crisis interna del PSOE y los escándalos que afectan a su partido. No entiendo que pida la dimisión de Rajoy cuando se mantuvo en silencio durante los años en los que su partido estaba afectado por escándalos gravísimos. No entenderé nunca que crea más a un delincuente que a una persona honrada como Rajoy.
 
No hay ninguna prueba que corrobore las mentiras de Bárcenas. Las empresas confirman que nunca han dado dinero, los dirigentes del PP niegan tajantemente cualquier percepción de pagos en B y Rajoy ha dado a conocer sus declaraciones de renta y patrimonio, algo que Rubalcaba no ha querido hacer. A los que quieren derribar al Gobierno no les importa. Otro aspecto asombroso en este proceso inquisitorial está en los ataques contra el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. En la entrevista que publicamos deja muy clara su lealtad a Rajoy, con quien le une una sólida relación desde hace más de treinta años. Los amantes de las conspiraciones, que nunca imaginé que hubiera tantos, lo quieren convertir prácticamente en el ideólogo de una campaña para sustituir al presidente del Gobierno. Un despropósito, pero acaso importa la verdad cuando encaja mal en una estrategia. Gallardón también es blanco del odio de Bárcenas.
 
Los juristas coinciden en que las mentiras de Bárcenas no tienen ninguna validez y que los papeles son una auténtica chapuza. Esto es lo relevante en un Estado de Derecho. No puede ser que los inocentes tengan que probar su inocencia, cuando no hay nada que indique que hicieran algo ilegal o incorrecto. Estamos ante un atropello de la Justicia por intereses inconfesables, tanto de Bárcenas como de aquellos que le están apoyando con un fervor inquietante. Nadie confirma pagos ilegales, pero una vez más no importa, porque se ha llegado a decir que es irrelevante porque seguro que existieron. Es la vieja táctica de extender una mentira e insistir en ella para que parezca una verdad. Los contratos se adjudicaron a empresas solventes e importantes que trabajaban para administraciones de distinto signo político. No hay ni siquiera un atisbo de amiguismo sino procedimientos reglados que se cumplieron escrupulosamente. No existe ningún rastro de esos presuntos pagos o conexión con el PP. Ni cohecho ni delito fiscal. Lo lamentable es que se extienden dudas y rumores, aunque no exista fundamento, perjudicando la honorabilidad de cargos públicos.
 
El presidente del Gobierno ha dado explicaciones, pero nunca convencerá a los que prefieren creer a Bárcenas. Cualquier cosa que diga este personaje adquiere la categoría de dogma para los que sólo buscan acabar con Rajoy. Me recuerda mucho a las inconsistentes campañas de acoso y derribo que sufrieron los dirigentes de UCD. El PSOE dijo entonces que habría «auditorías de infarto» y la realidad es que no hubo ninguna porque no había nada, al igual que sucede ahora.
 
FRANCISCO MARUHENDA - Periodista y Director Medio Comunicación
Publicado en "La Razón" - 21/7/13

miércoles, 17 de julio de 2013

Rajoy, ¡Quédate!

Estoy con Rajoy y su silencio ante el caso Bárcenas. Rajoy no debe dimitir ni dar explicaciones. Es mucho mejor que continúe y que no abra la boca para que siga hundiendo a su partido, para que crezca el descrédito del PP, para que más votantes de su partido pierdan la confianza en ellos, para que caiga el bipartidismo, para dejar en evidencia a los medios afines a Génova, para que se desate una batalla interna en el PP y para que el PP salte por los aires. No veo más que ventajas. Rajoy no te vayas, Rajoy quédate, Rajoy no comparezcas: acaba con el PP.
 
Si Rajoy se fuera ahora aún estaría a tiempo de salvarse este Partido Popular corrupto, neoliberal, retrógrado, represivo, intolerante, privatizador y embustero. Pero si sigue, conseguirá avergonzar tanto a algunos votantes del PP que no habrá portada de La Razón que les convenza de votarles. Si Rajoy se agarra al poder con uñas y dientes, acabará por clavárselos en la yugular a su partido que se desangrará irremediablemente.
 
No, no pidáis elecciones anticipadas ni cambio de presidente, dejad que este termine de darle la puntilla a esta derecha que se desmorona. ¿Elecciones anticipadas para que venga Esperanza Aguirre a salvar España? ¿Acaso queréis que Gallardón sustituya a Rajoy si este dimite, como se comenta en los cónclaves del PP? Señor, protégeme de lo que más deseo: no pidáis que se vaya Rajoy que lo que podría venir da mucho más miedo. No queráis salvar al PP de sus propias llamas. Dejad que se apuñalen en los pasillos de Génova.
 
No pidáis tampoco que comparezca Rajoy en el Congreso para dar explicaciones. Qué pérdida de tiempo y energía. No necesitamos escuchar una vez más que “todo es falso salvo alguna cosa” ni que Bárcenas “ya tal”. Tiene razón Plasmariano, él ya dio todas las explicaciones que puede dar, es decir, ninguna. Si Rajoy quiere comparecer que lo haga en su plasma para que quede plasmado una vez más su nulo sentido de la democracia. Pero es aún mejor que calle y otorgue.
Es mejor que Rajoy calle y deje que sus compañeros de partido se desgasten inventando excusas simuladas en diferido que les hacen parecer idiotas. Es mejor que calle y obligue a sus exégetas en los medios de comunicación a improvisar explicaciones inverosímiles para justificar su silencio. Calla, Rajoy, que queremos escuchar a Marhuenda haciendo el ridículo. Calla, Mariano, porque mientras tú te hundes en silencio, Cospedal y Floriano y Pons se hunden en sus propias palabras.
 
Y luego está Rubalcaba que quiere aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid. No sabe bien el líder del PSOE cómo aprovechar esta crisis de gobierno que a él le pilla aún más moribundo que a Rajoy. Al final ha decidido plantear una moción de censura si el presidente no comparece en el Parlamento. Perfecta escenificación de la caída del régimen: Rajoy no aportará nada y Rubalcaba aportará aún menos. La moción de censura al gobierno será una moción de censura al bipartidismo. Lógico que UpyD la apruebe. IU no lo hace porque tienen tanta prisa por aprovechar la coyuntura que no se da cuenta de que ahora la paciencia es el mejor ataque.

Se dice que un gobierno bajo sospecha no puede gobernar. Más a mi favor. Prefiero que el gobierno esté ocupado en tapar sus agujeros que en echarnos tierra, decretos y reformas encima. Es mejor que no tengan ninguna credibilidad para gobernar, que no puedan pactar con nadie y que todos los estamentos les den la espalda por vergüenza, así se quedarán solos frente a la Justicia y la opinión pública. No tengáis prisa que más pronto que tarde, un gobierno que no puede gobernar, termina por caer y una caída arrastra mucha más basura que un desmantelamiento paulatino. 
 
Se dice también que el silencio de Rajoy aumenta el descrédito de nuestro país y que eso es malo para nuestra economía. Rajoy no tiene explicación alguna que le dé credibilidad a España porque si la tuviera la habría dado. Así que la única manera de hacer algo por esa tontería de la Marca España y por nuestra economía, es auspiciar el final del Rajoy. Pedirle que se vaya es inútil porque jamás ha hecho caso de las reclamaciones de los ciudadanos, así que no gastemos saliva ni indignación. Pedir a la calle que se manifieste para exigir su dimisión tampoco es útil porque la calle está cansada de preguntar sin obtener respuesta. Hay cansancio y verano de por medio. Se necesita que el ambiente se caldee más. Dejad que sigan mintiendo, que la mentira sea irrespirable, ya veréis como entonces la calle sale sola a buscar aire.
 
Por eso creo que ahora hay que pedir lo contrario de lo que se desea: hay que pedir que Rajoy siga hasta hartarnos y que sigan también un poco más los que están socavando nuestra democracia hasta terminar de cavar el hoyo porque ese agujero es la zanja a la que les echaremos cuando acaben. Rajoy es el mejor aliado contra el PP como el rey es el peor aliado de la monarquía y Rubalcaba el mayor enemigo del PSOE.
 
Si queremos que termine esta monarquía bipartidista privilegiada y corrupta, hay que pedirle a estos tres que se queden. No te vayas Rajoy. No te alejes de aquí. Mariano quédate. Rubalcaba, tú también. Y tú tampoco te vayas, rey. Quedaos los tres a cavar vuestras propias tumbas. 
 
JAVIER GALLEGO
Publicado en "El Diario" - 16/7/13

domingo, 14 de julio de 2013

Rajoy, tarifa "Del Fin"

Ahora que Bárcenas ha liberado su móvil en la portada de El Mundo, uno se pregunta: ¿Alguien sabe qué compañía tiene Rajoy? Es que me parece que los SMS le salen un poco caros. Es inadmisible, si todavía queda alguna operadora de bien en Génova, debería llamarle a eso de la hora de la siesta para decirle que se acoja a la tarifa Delfín, concretamente del fin de su legislatura. La cabecera de Pedro J revela que aunque el Presidente decía que no tenía saldo para llamar a Bárcenas, resulta que Mariano había elegido a Luis para el contrato dúo. Mira que la historia del PP con Telefónica viene de lejos pero promete que después de los últimos prepagos los populares van a tener tarifa plana en los juzgados.
 
Parece mentira que, siendo el tesorero el que pagaba, Rajoy escribiera unos tristes SMS y no se dignara ni siquiera a llamarle. Lo grato es que, por muy amante de los recortes que es, nuestro máximo dirigente no abrevia en los mensajes. Pero no nos desviemos, no serán los recortes los que dejen colgado al Presidente, y eso que hace ya unos cuantos años que la recesión nos mantiene a la espera. Estoy convencido de que cuando Steve Jobs inventó el iPhone nunca imaginó que la dimisión de Rajoy podría ser su mejor aplicación.
 
En un país con un poder judicial independiente, Don Mariano tendría que explicarle al juez si todos estos años ha estado pagado o fuera de cobertura. Si es lo primero sólo tendrá derecho a una llamada, si es lo segundo a Mariano le debería caer un buen puro por no conocer las tarifas que se manejaban en casa.
 
Mientras tanto, en el partido del Gobierno, que siempre ha sido más de desviar la línea que de andar comunicando, volverán a sacar a relucir su tono de contestador para argumentar la cruzada que la prensa tiene contra ellos: “hemos hablado de Bárcenas hasta la saciedad”, “la oposición apadrina a delincuentes”, “el PP no es Bárcenas, es Miguel Ángel Blanco”… Vamos, que si yo fuera programador ya estaría tardando en sacar una edición con gaviotas del Angry Birds. ¡Qué poco saldo tiene ya la bancada del Gobierno! Pero tú no te agobies, Mariano, cuando quieras hazme una perdida y te explico lo poco que nos queda de permanencia contigo.
 
CARLOS TORRES 
Publicado en "Importancia capital" - 14/7/13

viernes, 12 de julio de 2013

¿Mentir, mentir?... ¡Nunca!

“Es rotundamente falso, rotundamente falso, rotundamente falso y un disparate monumental”. De esta forma pretendía zanjar María Dolores de Cospedal la publicación de parte de los papeles originales de Bárcenas, el extesorero del PP. Con la misma convicción que dice siempre una cosa y su contraria. Con idéntica firmeza con la que hacen lo propio Rajoy o Soraya Sáenz de Santamaría, sus portavoces o voceros ocasionales. Las hemerotecas están saturadas de ejemplos con flagrantes mentiras que los más destacados miembros del partido en el gobierno se echan a la espalda, mientras se calzan la cara de cemento para una nueva intervención ante los medios. Pero quizás es que no lo sabemos ver.
 
Por dios, cómo van a ellos a mentir. Estamos hablando de un partido que, por ejemplo, ha retirado tarjeta sanitaria a cientos de miles de seres humanos (873.000, según Amnistía Internacional) lo que ya ha producido víctimas mortales y extensión de enfermedades en la población. Del que ha quitado la ayuda a la dependencia a personas que no se pueden valer por sí mismas. Del que ha aumentado el costo de la farmacia y los tratamientos de salud. Del que se ha negado a legislar a favor de los desahuciados de sus hogares porque perjudicaría a los bancos. Del que ha encarecido las tasas universitarias y suprimido becas o el costo de todos los servicios que, a su vez, ha mermado. Del que ha aumentado los impuestos. Del que se los ha quitado a los yates de lujo. Del que ha facilitado el despido y la indefensión laboral de los trabajadores. Del que ha disminuido los subsidios. Del que anima a marcharse a los jóvenes al extranjero a buscarse la vida con una mano delante y otra atrás. Del que insulta a los padres diciendo que si no pagan estudios a sus hijos es porque tienen otras prioridades. Del que se ha cargado la ciencia y la investigación y ofrece por modelo de país el juego, el turismo y el ladrillo origen de nuestros males. Del que se propone dar un tajo a las pensiones para completar las “reformas” que nos sitúen en el camino del crecimiento de sus cifras macroeconómicas y en la ruina de las domésticas ¿Cómo alguien puede creer que mienten en algo personas de esta categoría moral?
 
Aquel Bárcenas del que nadie “ podrá... podrá probar que no es inocente”  –como dijo Rajoy con categórica resolución-, se ha convertido en un indeseable que les acusa sin motivo de llevar 20 años financiándose ilegalmente, y enriqueciendo sus bolsillos privados con el cobro de comisiones a cambio de contratos que concedían sus administraciones. ¿Mentir ellos? Por favor, qué disparate. Pero se da la circunstancia de que la justicia ha encontrado indicios de delito en la contabilidad oficial del PP por los cuales se habría financiado ilegalmente. En esa misma contabilidad oficial figuran sobresueldos a la cúpula del partido. Mariano Rajoy en concreto cobró casi 7 millones de pesetas adicionales solo entre 1990 y 1993 que ya es un síntoma. Hemos sabido también por sus propias cuentas, la vida de marajá que el PP ha costeado a Javier Arenas, con residencia madrileña en el exclusivo Hotel Palace, quien llegó a gastarse 2.000 euros en un solo día en restaurantes de lujo. Que Miguel Blesa, expresidente de la Caja Madrid de nuestros dolores, también se llevó lo suyo quizás simplemente porque pasaba por allí, por esa calle Génova en donde fluía el maná. Flagrantes agravios comparativos porque ellos lo valen.
 
Esto es lo oficial, pero una contabilidad B, con cajas de puros repletas de dinero para Rajoy y buena parte de la cúpula (Rato, Arenas, Cascos, y otros), las comisiones a cambio de favores, bolsas, maleta y maletines preñados de billetes sucios, vaya por dios, esto es rotundamente falso aunque lo muestre el ex tesorero del Partido Popular, harto de cargar con todas las culpas en exclusiva. Qué injusticia. Pero ¿cómo puede pensar alguien en su sano juicio que el PP miente?

Llegó al poder engañando de la A a la Zeta en su programa y lo siguió haciendo al diseñar un futuro basado en que la miseria de la mayoría sea el auténtico motor económico. Aumentan las desigualdades, la desnutrición en la infancia. Ha conseguido el control de todos los poderes del Estado legislando y nombrando personas ad hoc, ha modificado y promulgado leyes para tratar de asegurarse un buen tratamiento judicial y la penalización de la protesta popular. Se ha hecho con los medios de comunicación públicos y con periodistas afines en los privados para difundir sus presuntas bondades y acallar sus desatinos. Nos ha mandado medio siglo atrás como poco. Vale, pero ¿mentir? No, ellos no mienten, es un disparate monumental  siquiera imaginarlo. Pequeñas minucias como las citadas puede, pero ¿mentir? Eso son palabras mayores.
 
Y siguen sacando pecho. Nada va con ellos. El engrasado de su apisonadora para proseguir su tarea destructora, pero tan rentable para algunos. Una sorda batalla por el poder se libra, por tanto, en el seno del PP y medios afines. Un Rajoy cementado a su roca –que resistirá hasta el final- se enfrenta a quienes postulan a Esperanza Aguirre como sustituta. Ella misma zahiriendo. Ya a diario por ser la mejor situada.  Gallardón maniobra por su cuenta, apoyado por Aznar. Sáenz de Santamaría y Cospedal -enfrentadas en la carrera- moviendo sus equipos. Ahora las voces “oportunas” hablan de un gobierno de concentración como salida, con PP, PSOE y algún partido más (nacionalista de derechas, naturalmente). Con un pacto sobre las corrupciones de cada uno. Para tapar sus vergüenzas. No faltaba ya nada más.
 
Subestiman hasta la escasa capacidad analítica y el poco escrupuloso espíritu ético de sus votantes que bien avisados estaban. Y desde luego hasta donde puede llegar el supremo hartazgo de una ciudadanía saturada de la suprema desfachatez. Porque si todo esto también se tolera será signo de que la sociedad española habita la misma cloaca que sus dirigentes.
 
ROSA MARIA ARTAL - Periodista.
Publicado en "El Diario" - 10/07/13

lunes, 8 de julio de 2013

Ancianos Olvidados

Leo horrorizada que la Fundación Española de la Nutrición reconoce que uno de cada cuatro ancianos sufre déficits alimenticios graves y desnutrición manifiesta, una situación que agrava sus problemas, enfermedades y dependencia.

Para mayor vergüenza también leo que son casi dos millones los mayores que viven solos en sus viviendas, que nadie les acompaña en unas largas noches para ellos cortas en sueño y que muchos pasan semanas enteras sin una visita.

Más llamativo aún es saber que precisamente en verano es cuando se triplica el número de mayores que viven solos en sus casas. Una estadística que revela que no tienen derecho al disfrute o al descanso como lo pueden tener sus hijos, sus nietos, todos aquellos a los que ellos cuidaron.
 
Una administración con conciencia, un estado con decencia, la política, los políticos y los ciudadanos debiéramos saber que una nación que abandona a sus mayores está condenada a dejarse llevar por el olvido.
Un país que recorta en dependencia, regiones que reducen el número de camas hospitalarias, ayuntamientos que ponen tasas a la asistencia, no merece que siga escribiendo una sola página en la historia.

¿Acaso tendremos que copiar a la milenaria China donde se ha promulgado una ley para que los hijos que no atiendan a sus mayores sean castigados?...
Es España deberíamos hacer una ley parecida pero extensible a Gobiernos y Ayuntamientos que son los primeros en abandonar a sus ancianos.

Escrito y enviado por CARMEN F.

jueves, 4 de julio de 2013

¿Hemos Tocado Fondo?

¿Hemos tocado fondo? Esa es la gran pregunta, ya que la mayoría de ciudadanos estamos más que hartos, asqueados y estresados del mundo que nos rodea, de estos últimos cinco años de suicidio en diferido, parafraseando a Cospedal.
 
Por lo tanto necesito cuestionarme ¿cómo vamos a salir de ésta? Y me hago tantas preguntas que invito a los lectores a que me ayuden a pensar.
 
Para empezar creo que debemos quitarnos de en medio a todos los corruptos e inútiles que dirigen el país. Siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo ser corrupto que inútil.
 
Los corruptos a Soto del Real, los inútiles a su casa y los trabajadores decentes que sigan en sus puestos. Esto vale tanto para políticos como banqueros, empresarios, funcionarios o periodistas. A los políticos los podemos echar en unas elecciones y a los periodistas no comprando sus periódicos o no viendo los canales de tv en donde salen, pero ¿Y al resto?
 
En segundo lugar necesitamos un gobierno que recorte en lo superfluo y banal y vuelva a hacer pública y de calidad la sanidad, la educación y la asistencia a los dependientes. ¿Quién puede llevar a cabo este proceso?
 
Tercer punto. Necesitamos un gobierno que ponga en su sitio y regule a la banca y a las entidades financieras para evitar desmanes y estafas. Que pare los pies a los empresarios con una ley laboral que recupere los derechos de los trabajadores. Esos derechos que, han costado incluso vidas, y que ha costado décadas conseguirlos.
 
Cuarto y último punto (de momento). Necesitamos que los futuros gobernantes tomen nota de lo que piden los movimientos sociales pero también, que esos movimientos no se conformen con protestar sino que sean capaces de comprometerse con sus aspiraciones a través de la política.
Y a los más jóvenes y amnésicos, recordarles que para conseguir las libertades que teníamos antes de llegar Rajoy al poder, mucha gente ha pasado por la cárcel, ha perdido su carrera profesional, ha sufrido e incluso ha muerto.
 
Todo lo que aquí planteo es posible, sólo hace falta creérselo y tener voluntad política para llevarlo a cabo…
Espero sus sugerencias…
 
MERCÈ RIVAS - Periodista
 
Nota: Traigo aquí este artículo en homenaje a Mercè, periodista, ex-vecina y buena persona a la que conocí hace algunos años y a la que había perdido la pista.