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miércoles, 14 de agosto de 2013

El Taxi de Rajoy

Espero que en Génova haya aire acondicionado, porque como tengan que encender el ventilador, la mierda va a salpicar hasta el cuadro de Su Majestad. Cristóbal Páez, gerente del PP durante los años 2009 y 2010, ha admitido ante el Juez Ruz haber cobrado sobresueldos por valor de 12.000€.
El mismo día han declarado dos pesos pesados del partido: Francisco Álvarez Cascos y Javier Arenas. Ambos han negado haber recibido ningún sobre. O lo que es lo mismo: “Señoría, no he cobrado ningún sobresueldo, ni volvería hacerlo”. Eso sí, Cascos ha admitido “cierto descontrol en las donaciones”. “¡¿CIERTO DESCONTROL?! Maldito ladronzuelo descarado... ¿Qué pasa, que no te llegaba el dinero para pagarle la pensión a tu exmujer ahora que ya no puedes encasquetar su bazofia naif pseudoartística en los aeropuertos?
 
Apenas un par de días antes, el Primer Ministro noruego se ponía al volante de un taxi para “escuchar las preocupaciones del pueblo” y, para qué negarlo, hacerse publicidad y tener li-ce-ncia-to-tal para llamar “hijoputa” a cualquiera que circule por la vía. Porque esa es la grandeza del conducir, que puedes insultar impunemente a cualquiera. ¿Cómo sería subirse en el taxi de Rajoy?
 
En primer lugar el coche sería un producto 100% español, una obra de la era dorada de la automoción ibérica: El Seat 600. Porque para Rajoy, un buen coche puede definirse con la misma palabra que una buena cortina de humo mediática: “Estrecho”. Lo primero que sentiríamos al entrar sería su hedor casposo, la sintonía de la COPE sonando a un volumen atronador y una foto de su familia bajo el mensaje “Papá, no recortes”. Pero lo más importante de todo es: ¿A dónde se dirige ese coche? Al precipicio, al más oscuro de los abismos, a la calle de la corrupción por la plaza de la bancarrota tomando la primera salida de la rotonda en la que hay una escultura cutre de un hombre adulto al que le cuelgan un par de aterradoras tetas de señora vieja y gorda. Por eso, si algún día nos subimos en un taxi, y Rajoy, servicial, nos pregunta “¿A dónde?”, solo podemos responder: ¡Siga a esa moción de censura, se lo explicaré por el camino!

Publicado por Modgi - EL JUEVES - 14/8/13

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